Ni el turbante ni el desnudo nos salva.

Esta vez vengo a desquitarme, a contar historias que no sólo me ocurren a mi, sino que es nos aqueja a todas las mujeres, el "acoso callejero"

Primero, ¿a qué de le denomina acoso callejero?
R:  "Son prácticas de connotación sexual ejercidas por una persona desconocida, en espacios públicos; que suelen generar malestar en la víctima. Estas acciones son unidireccionales, es decir, no son consentidas por la víctima y quien acosa no tiene interés en entablar una comunicación real con la persona agredida.Las prácticas de acoso sexual callejero son sufridas de manera sistemática, en especial por las mujeres, ocurriendo varias veces al día desde aproximadamente los 12 años, lo que genera traumatización no sólo por hechos de acoso especialmente graves, sino por su recurrencia."  (Fuente: https://www.ocac.cl/que-es/)



La razón por la que quiero escribir en cuanto a este tema el presente día, se debe a que estuve con una amiga, a la cual en el momento de estar esperando locomoción sufrió acoso callejero, adivinen de quién o desde dónde.... una patrulla de carabineros, donde los que estaban dentro de ella eran sólo "machitos", ilógico, ¿no?.

Pero más que venir a quejarme por esta situación en particular, vengo a quejarme por todas... por todas las que han sufrido, las que he sufrido y por las que sufrirán.

Sigo con mi amiga, la fui a dejar al paradero y me quedé con ella hasta que tomara la micro a su ciudad. Camino al paradero, 2 situación de acoso, esperando la micro 2 situaciones de acoso, volviendo a mi casa, 2 situaciones de acoso. Total, una salida por aproximadamente media hora: 6 situaciones de acoso verbal.

Es inaceptable que por el simple hecho de salir de nuestras casas nos tengamos que sentir atacadas y violentadas, que no podamos vestirnos con lo que nos gusta, que no nos podamos sentir libres, tranquilas de caminar, de salir por la noche, que no tengamos ganas incluso, de caminar mirando de frente por el miedo de mirar a un hombre a los ojos y este saco hueas crea que se le esta coqueteando (siendo que, lo más probable, sólo no queramos chocar con un poste).


Hay varios hechos y situaciones que me han sucedido y me encantaría plantear, pero aparte de la ya mencionada, daré a conocer dos más que servirán para una reflexión.

Salí dos días recorriendo casi los mismos lugares:

  • Primer día: Vestía un vestido blanco, maravilloso, con el que me siento bien y me queda estupendo, maquillada, feliz y acompañada por mi pareja. Situaciones de acoso: 0
  • Segundo día: Vestía jeans, y una polera con cuello circular, zapatillas, me sentía desanimada, sin maquillaje y andaba sola. Situaciones de acoso: Incontables. 
Quiero dejar en claro dos cosas: mi felicidad del primer día si era porque vería a mi pareja y no es que de él dependa mi felicidad y el segundo día andaba desanimada por que iba al cementerio a celebrar mi cumpleaños y el de mi abuelo fallecido, no por el hecho de andar sola, o por no andar con mi pareja.

Reflexión del caso: objetos, eso somos, somos la propiedad de un alguien, por eso sus compañeros de género no nos hablan, no nos dicen nada y sólo se complacen con mirar desde lejos sintiendo envidia por el hombre que llevamos al lado (o al menos, eso es lo que yo creo)

Nota: Gracias a la vida, mi pareja no me ve así, no soy un objeto ni parte de su posesión; el me quiere, me respeta, me cuida, me valora, me encuentra hermosa y me encuentra inteligente, se emociona conmigo con cada uno de mis logros. (lo amo) 

Finalmente, a que va todo esto: a darnos cuenta que esto no es algo que le pasa sólo a una, que es un problema que nos aqueja a varias (y no sólo a las chicas que son "bonitas", TODAS sufrimos de acoso callejero en el cual nos dicen cosas sobre nuestros cuerpos, sobre sus proyecciones falocéntricas en nuestro sexo o el desagrado que les podemos presentar incluso con nuestra mera existencia) que nos aqueja desde nuestra infancia, hasta nuestra adultez, un problema que no distingue edad, no distingue género, no distingue clases social, no distingue raza, nada... por lo que esto se vuelve UN PROBLEMA SOCIAL y al pasar a esta esfera, se vuelve inevitablemente un PROBLEMA POLÍTICO.

Enseñemos a respetar, a querer a amar, a no dañar, a no hacer sufrir, a no perjudicar, enseñemos a cómo nos gustaría el mundo, con una igualdad de condiciones sin importar ninguno de los antecedentes anteriormente mencionados, un cambio cultural es posible, que el "machito" sea derribado por un concepto de "hombre" lleno de valores y respeto hacia la mujer.

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