Cuando conversaciones típicas te hacen pensar.

El fin de semana me junté con unas amigas y amigos en un pub, es una situación bastante típica si lo miramos desde este punto de vista, pero ¿Cuándo lo típico ya te hace ruido?

Fuí la última en llegar, por lo que tuve que pasar por la labor de saludar a todos, obviamente a los dos hombres que estaban fue sencillo, un beso en la mejilla, saludar y preguntar cómo estaban, lo que me descolocó por la nueva corriente de pensamiento que tengo fue el saludar a las chicas ya que es comentario "¡oh!, ¡te ves más flaca!", "¡estás más delgada!","¡hueona!, ¿qué dejaste de comer para estar así?" y este, fue mi momento de impacto, osea, ya gracias por decirme que se nota que he bajado de peso, pero pucha, egresé hace poco y con ellas no me veía después de eso, ¿no hubiese sido mejor un: "¡felicitaciones por tu egreso!", ¡lo debiste haber hecho increíble!, ¿con qué nota saliste?"? pero no, fijándose en el físico. Y lo que me puso más triste, tirándose a ellas mismas para abajo.


Una de mis amigas tiene una hija de dos años, y su cuerpo cambió mucho de lo que era, y comprendo que igual sea un shock poder identificarte en un cuerpo que no estabas acostumbrado a ver, como cuando los que se hacen liposucción tienen que pasar a psicólogo porque no se reconocen, es algo que se debe trabajar. Y bueno, ella me dice que cómo lo había hecho, que como podía estar así, a lo que le comenté que he pasado por diferentes momentos, en unos mas rellenita, ahora que estoy mas delgada, y es porque claro, yo he tenido 5 años en los que he pasado por diferentes transiciones, y diferentes cuerpos, donde aun me estoy acostumbrando a quererme. a cuidarme, a mirar al espejo y gustarme, a encontrarle el lado bonito a la barriga que me quedó, por lo que claro, no puede esperar quedar "regia", "estupenda", con cánones de belleza que no todas podemos alcanzar. Hablando de esto, otra amiga me comenta sobre lo que como, y le dije que no como carne y evito lo más que puedo los lácteos, muchas frutas, verduras y legumbres, y que sigo comiendo como se me antoja no me ando matando de hambre a lo que ella me comenta muy feliz "yo tomo espirulina, es fantàstica, es natural y te inhibe el apetito" y yo con cara de espanto, le dije que tenía que comer, si tenía hambre debía comer, que más sano, y cuidando el ambiente, pero no morir de hambre.


Otra finalmente dice, "ay, yo subí dos kilos" a lo que yo le dije que es nada, dos kilos no se notan que se ve guapísima, y ella gracias a dios me dice "si, debe ser genética, la amo", que es lo más amor propio que conseguí escuchar.

CHICAS, CHICOS, ¡ÁMENSE!, TODOS SOMOS ÚNICOS E IRREMPLAZABLES, SOMOS LO MÁS BELLO

Comentarios