El próximo domingo son las elecciones presidenciales 2017 en
Chile, y esto es una situación altamente alarmante. Las tasas de abstinencia en
ir a votar para las elecciones municipales del año pasado y las primarias
presidenciales de éste año fueron altísimas. Las primeras tuvieron un
porcentaje de abstinencia de un 66,6% y en la cantidad de participación del
segundo fue sólo un 13% de la población apta para ejercer el derecho.
Una de las cosas que más me alarma es un papel que me
entregaron en la calle cuando iba camino a tomar locomoción para volver a
descansar tranquila en casa, y gracias a éste no he logrado hacerlo desde el
día que me lo entregaron (creo que fue un martes miércoles), les escribiré lo que dice ya que
de la impotencia del momento lo arrugué y pues, la tinta se salió de gran parte
del mismo.
“Boicot electoral:
¡desarrolla un comité de boicot electoral!: júntate con tus amigos, compañeros
o familiares y organícense para golpear la farsa electoral con acciones como:
rayados, conversatorios y volanteos llamando a no votar, también romper “palomas”,
sabotear las gigantografías y funar a los candidatos. ¡Ayúdanos a difundir
ampliamente la protesta nacional del 19 de noviembre!
¡No votar, a luchar! Ya
empezó el circo electoral para las presidenciales 2017, donde los candidatos
derrocharán miles de millones de pesos en su farsa (5.000 millones cuesta cada
campaña), tanto los mismos corruptos que jamás han cumplido una sola de sus
promesas y los “nuevos” candidatos que tampoco podrán cumplirlas. ¡No más
engaño!
El pueblo ya comprende
que todo se consigue con lucha. Son millones en las calles contra las AFP,
miles por educación gratuita, cientos de huelgas ilegales cuya cantidad bate
todos los records desde el 90’ y la lucha Mapuche en el camp estalla en más
regiones y provincias.
Simultáneamente con el
despertar del pueblo, presenciamos los más altos niveles de abstención desde la
salida de la Junta Militar Fascista, alcanzando el año pasado un 65%, tendencia
que sigue creciendo.
Hoy la tarea del
pueblo es profundizar la crisis de legitimidad en la que se encuentra el viejo
Estado, desarrollando la protesta popular. Es por este que llamamos a sabotear
la farsa electoral, a no votar y desarrollar la protesta popular, porque ¡Chile
necesita una gran revolución”
¡Abajo la fuerza
electoral! ¡Viva la protesta popular!¡Gran jornada de protesta contra la farsa
electoral 19 de noviembre 11:00 hrs en Plaza Italia”
Okey, lo admito, es un texto bastante llamativo, crítico,
donde exponen las sumas de dinero que se invierte en una campaña electoral.
Pero, y aquí quiero que sean bastante críticos y realistas:
- · ¿Ustedes creen que todos los chilenos dejen de ir a botar?
- ¿Creen que tomaran en cuenta una protesta siendo que hay varias que han dejado en “veremos”?
Analicen, la gente que más va a ir a votar son adultos
mayores, que de por si no les gustan muchos los cambios por más favorables que
sean, por lo tanto votaran o por Piñera o por Kast. Al ir gente de todas
maneras a votar, sacarán al presidente con la cantidad de votos que hayan, así
de simple, no van a ir a tu casa a decirte: “pucha, sorry, pero ¿sabes?, nos
faltaron votos, ¿puedes ir por favor?, te llevamos y traemos en limosina y te
regalamos mojitos”.
Otra de las razones por las que he escuchado que no van a
votar es porque no se sientes
identificados con ninguno de los postulantes, ósea, ¿qué? – Esto además me
lo dijo un amigo, y de verdad quedé impactada -
y mi respuesta fue: si quieres a un candidato que realmente te
represente, postúlate tú; si cada uno de los chilenos quiere a alguien que los
represente, cada uno debiese postularse.
Por lo tanto, en cuanto a esto, tenemos que buscar al que
esté más cercano a nuestros ideales, y pucha, ojalá se supiera más de política.
En mi opinión, la educación cívica y política en las aulas de clases debiese
estar presente desde la primera infancia para que esto no suceda, para que a la
población no haya que obligarla a ir a votar, y el mismo acto puede ser una
cosa tan divertida; por ejemplo: yo llevo a mi hija, les he mencionado que
tiene 5 años, y bueno, como estas veces nadie va, es un proceso bastante
rápido, en el que ella entrega mis documentos, entra conmigo a la casilla, y
después ve dónde dejo los votos, y todo termina con una invitación a tomar un
helado (que para su edad, y por nada de tiempo invertido, es un agrado), en mis
años, al ser obligatorio, debía esperar horas a que mi mamá recién entrara.
En conclusión: ¡vaya a votar!, es sumamente rápido,
enriquecedor (porque uno después se siente con todo el derecho moral a reclamar
ya que yo voté), y créele el hábito a sus hijos o hijas desde pequeños. Y no,
Piñera no mejorará la situación, utilice su voto con sabiduría.
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